LA EPIFANÍA EN PLENA CANÍCULA
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LA EPIFANÍA EN PLENA CANÍCULA
Preocupado que se ve al presi porque la proximidad de las elecciones no permita al pueblo percibir sus indudables logros en materia económica. Ello le ha llevado a realizar algunas variaciones en la cúpula de su partido donde ha colocado a algunos más jóvenes y a los que se les supone más capacidad de comunicar las buenas nuevas. Además ha considerado que ya ha llegado el momento de devolver a la sociedad parte de los sacrificios que se había visto obligado a realizar, y en su última Convención algunos realizaban algunas propuestas democratizadoras que ni Podemos y Ciudadanos juntos.
El respeto de Rajoy por las libertades, particularmente la libertad de expresión es notable. Ley de Seguridad Ciudadana aparte, cuenta El Confidencial Digital que en declaraciones no públicas en una entrevista concedida recientemente considera que “su mayor error ha sido salvar a La Sexta de la quiebra al autorizar la fusión con Antena 3”. Hay que reconocer que esta cadena no hace los panegíricos sobre su gestión que hacen otros medios más de su agrado, pero no es menos cierto que ofrecieron a los líderes de las seis principales fuerzas la posibilidad de someterse a las preguntas de ciudadanos de diverso pelaje ideológico. El único líder que lo evitó enviando a un quitavergüenzas, el ínclito González Pons, fue él. En cualquier caso el tal Pons ya lo justificó con el argumento de que en el PP estaban sobrados de gente capacitada. Seguramente lo diría por si mismo al que ya tres millones y medio de personas le están agradecidas de haber conseguido trabajo poco después de acceder el PP al poder como prometió. Por tanto, ¿quién mejor?
Rajoy parece que prefiere entrevistas como la que le realizó su asalariado Alfredo Menéndez en RNE hace ya un tiempo o el “prestigioso” Ángel Expósito en la COPE hace poco. Entrevistas de trato agradable, conchaveo, sonrisitas cómplices, preguntas previsibles y cómodas, etc. Solo recuerdo una entrevista en la que una periodista estadounidense se atrevió a preguntarle por Lucifer-Bárcenas, recibiendo la susodicha las críticas de “prestigiosos periodistas” patrios como Graciano Palomo o Alfonso Rojo por hacer una pregunta fuera de guión. Felipe, en su momento, soportó estoicamente que Iñaki Gabilondo (un periodista de verdad) le preguntara una y otra vez sobre su vinculación con los GAL. Su respuesta fue negar y negar (aunque con la cara descompuesta), pero al menos la dio. Pensar que Rajoy acepte una entrevista con periodistas que le hagan preguntas incisivas, le repregunten, no le rían las gracias y no acepten que las preguntas estén pactadas como pudieran ser Ana Pastor, José María Calleja, Hilario Pino, etc. sería reconocerle un valor del que carece. Bastante tuvo ya con la gringa. Esto explica que haya apostado por algunos jóvenes como Pablo Casado o Andrea Levy más dispuestos a bregar con todos los medios a ver si su política de comunicación mejora.
Como todo no ha de ser comunicación sino que también es preciso algo que comunicar y los “espectaculares” datos macroeconómicos no parece que hayan llegado a la población en la medida que desearían, ha pasado a usar el BOE. Ha adelantado la rebaja fiscal prevista para principios del próximo año a fecha 1 de julio del presente (nada que ver con improvisación, por supuesto), la luz baja un 2% (una ayudilla después de sus espectaculares subidas), 60 milloncetes para que las CC.AA. combatan la pobreza, (a buena hora, mangas verdes), o promesas de devolver la paga extra y los moscosos a los funcionarios. Habrá que ver los réditos que le produce. Lo malo que le veo particularmente a la rebaja fiscal es que con más de 5 millones de parados y un tercio de asalariados que no superan el SMI no parece que beneficie mucho a estos; es difícil rebajar a los que ya no tenían que pagar. Y con una clase media (la que mantiene el chiringuito) cada vez más reducida me da que quienes realmente lo noten a final de mes no serán tantos como creen y la mayoría de estos lo será por pequeñas cantidades. Aunque los Florentinos, Botines, Amancios y demás “necesitados” no dudo que se lo agradecerán. Algún voto les reportará, en cualquier caso.
Rajoy es hombre previsor, así que en vista de que no es cosa de que el nuevo gobierno no tenga presupuestos cuando tome posesión, está dispuesto a aprobarlos con una premura de la que desconozco si hay precedentes en democracia. Es de esperar que en los mismos se reflejen nuevos beneficios para una población muy castigada por la crisis. Si después es él el que los tiene que ejecutarlos y hubiera que reformarlos lo haría (ya conocemos la credibilidad de sus promesas electorales). Si es otro y los modificara cometería una grave irresponsabilidad.
Parece que Su Oriental Majestad Rajoy ha adelantado la Epifanía a este verano y como exige la tradición se debiera celebrar la Cabalgata. Pero con los más de 40º C que disfrutamos sería preferible que hiciera caso a otro de esos peperos tan capaces, el alcalde de Granada, José Torres Hurtado. Debieran ir ligeritos de ropa no sea que les diera una lipotimia. Y aunque tan progre edil lo olvidara, no solo han de hacerlo las pajes, sino también los pajes que las féminas tienen el mismo derecho de disfrutar de su parte alícuota de carne. Además, a mí eso de ver a Rajoy con su tanguita me pone seguro.
Si a todo ello añadimos los discursos de su reciente Convención prometiendo más participación de la militancia y mayor democracia interna; por no hablar del nuevo logo que más bien parece una señal de tráfico (solo le faltaría que fuera rojo como es usual, aunque hay que reconocer que eso sería realmente fuerte) me tienen casi ganado para la causa verdadera; y ya para mí los dinerillos de Bárcenas, Granados o Matas, los regalitos de doña Rita, la ignorancia de Ana Mato, las amistades de Sonia Castedo, etc., etc., … se están convirtiendo en un difuso y etéreo recuerdo.
Para terminar de convencerme solo espero de Su Oriental Majestad un último detalle: que me den el duro que en el pasado muchos caciques regalaban por su voto a tanto pobre analfabeto. Eso sí, yo quiero mi DURO, el euro para los griegos.
El respeto de Rajoy por las libertades, particularmente la libertad de expresión es notable. Ley de Seguridad Ciudadana aparte, cuenta El Confidencial Digital que en declaraciones no públicas en una entrevista concedida recientemente considera que “su mayor error ha sido salvar a La Sexta de la quiebra al autorizar la fusión con Antena 3”. Hay que reconocer que esta cadena no hace los panegíricos sobre su gestión que hacen otros medios más de su agrado, pero no es menos cierto que ofrecieron a los líderes de las seis principales fuerzas la posibilidad de someterse a las preguntas de ciudadanos de diverso pelaje ideológico. El único líder que lo evitó enviando a un quitavergüenzas, el ínclito González Pons, fue él. En cualquier caso el tal Pons ya lo justificó con el argumento de que en el PP estaban sobrados de gente capacitada. Seguramente lo diría por si mismo al que ya tres millones y medio de personas le están agradecidas de haber conseguido trabajo poco después de acceder el PP al poder como prometió. Por tanto, ¿quién mejor?
Rajoy parece que prefiere entrevistas como la que le realizó su asalariado Alfredo Menéndez en RNE hace ya un tiempo o el “prestigioso” Ángel Expósito en la COPE hace poco. Entrevistas de trato agradable, conchaveo, sonrisitas cómplices, preguntas previsibles y cómodas, etc. Solo recuerdo una entrevista en la que una periodista estadounidense se atrevió a preguntarle por Lucifer-Bárcenas, recibiendo la susodicha las críticas de “prestigiosos periodistas” patrios como Graciano Palomo o Alfonso Rojo por hacer una pregunta fuera de guión. Felipe, en su momento, soportó estoicamente que Iñaki Gabilondo (un periodista de verdad) le preguntara una y otra vez sobre su vinculación con los GAL. Su respuesta fue negar y negar (aunque con la cara descompuesta), pero al menos la dio. Pensar que Rajoy acepte una entrevista con periodistas que le hagan preguntas incisivas, le repregunten, no le rían las gracias y no acepten que las preguntas estén pactadas como pudieran ser Ana Pastor, José María Calleja, Hilario Pino, etc. sería reconocerle un valor del que carece. Bastante tuvo ya con la gringa. Esto explica que haya apostado por algunos jóvenes como Pablo Casado o Andrea Levy más dispuestos a bregar con todos los medios a ver si su política de comunicación mejora.
Como todo no ha de ser comunicación sino que también es preciso algo que comunicar y los “espectaculares” datos macroeconómicos no parece que hayan llegado a la población en la medida que desearían, ha pasado a usar el BOE. Ha adelantado la rebaja fiscal prevista para principios del próximo año a fecha 1 de julio del presente (nada que ver con improvisación, por supuesto), la luz baja un 2% (una ayudilla después de sus espectaculares subidas), 60 milloncetes para que las CC.AA. combatan la pobreza, (a buena hora, mangas verdes), o promesas de devolver la paga extra y los moscosos a los funcionarios. Habrá que ver los réditos que le produce. Lo malo que le veo particularmente a la rebaja fiscal es que con más de 5 millones de parados y un tercio de asalariados que no superan el SMI no parece que beneficie mucho a estos; es difícil rebajar a los que ya no tenían que pagar. Y con una clase media (la que mantiene el chiringuito) cada vez más reducida me da que quienes realmente lo noten a final de mes no serán tantos como creen y la mayoría de estos lo será por pequeñas cantidades. Aunque los Florentinos, Botines, Amancios y demás “necesitados” no dudo que se lo agradecerán. Algún voto les reportará, en cualquier caso.
Rajoy es hombre previsor, así que en vista de que no es cosa de que el nuevo gobierno no tenga presupuestos cuando tome posesión, está dispuesto a aprobarlos con una premura de la que desconozco si hay precedentes en democracia. Es de esperar que en los mismos se reflejen nuevos beneficios para una población muy castigada por la crisis. Si después es él el que los tiene que ejecutarlos y hubiera que reformarlos lo haría (ya conocemos la credibilidad de sus promesas electorales). Si es otro y los modificara cometería una grave irresponsabilidad.
Parece que Su Oriental Majestad Rajoy ha adelantado la Epifanía a este verano y como exige la tradición se debiera celebrar la Cabalgata. Pero con los más de 40º C que disfrutamos sería preferible que hiciera caso a otro de esos peperos tan capaces, el alcalde de Granada, José Torres Hurtado. Debieran ir ligeritos de ropa no sea que les diera una lipotimia. Y aunque tan progre edil lo olvidara, no solo han de hacerlo las pajes, sino también los pajes que las féminas tienen el mismo derecho de disfrutar de su parte alícuota de carne. Además, a mí eso de ver a Rajoy con su tanguita me pone seguro.
Si a todo ello añadimos los discursos de su reciente Convención prometiendo más participación de la militancia y mayor democracia interna; por no hablar del nuevo logo que más bien parece una señal de tráfico (solo le faltaría que fuera rojo como es usual, aunque hay que reconocer que eso sería realmente fuerte) me tienen casi ganado para la causa verdadera; y ya para mí los dinerillos de Bárcenas, Granados o Matas, los regalitos de doña Rita, la ignorancia de Ana Mato, las amistades de Sonia Castedo, etc., etc., … se están convirtiendo en un difuso y etéreo recuerdo.
Para terminar de convencerme solo espero de Su Oriental Majestad un último detalle: que me den el duro que en el pasado muchos caciques regalaban por su voto a tanto pobre analfabeto. Eso sí, yo quiero mi DURO, el euro para los griegos.
Fermín- BUXO
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